domingo, 26 de junio de 2011

Introduccion


Siempre, desde mi adolescencia, me intereso Japón, su cultura y su idioma. Incluso me informé a través de la embajada de como aprender japones, me compré un diccionario y lo intenté, pero sin ningún éxito, debido también, a mi poca constancia.

Muchos años después, mi hijo decide aprender artes marciales, japones e irse un año a Kyoto. Y ademas a aprender caligrafía con una exquisita mujer. Como ya no es posible poder emprender ese estudio voy a consolarme recopilando todo aquello que me parezca interesante sobre esa escritura mágica.

El tesoro mas grande que me he traído de mi agridulce viaje a Japón (coincidimos con el terremoto y el sunami) ha sido un pequeño libro-acordeón en donde un monje nos escribía el nombre del templo que visitábamos y su identificación.



Con cuidada pero rápida precisión el pincel discurría por las hojas de papel de arroz dejando impresa la impronta de cada monasterio






No hay comentarios:

Publicar un comentario